Muy buenos días, tardes o noche, un abrazo digital para quien esta leyendo esta nota titulada "Mi Primera Experiencia frente a la Certificación Internacional - Scrum Master". Hoy quiero compartir con ustedes la maravillosa experiencia de realizar la certificación Internacional de Scrum Master, aunque ya había tenido experiencias con otro tipo de certificaciones como MOS, ICDL, IC3 entre otras, hoy me enfrento a las certificaciones SFCE y SMCE, y sobre todo a la reflexión del porqué es importante para muchos tener esta certificación Internacional en SCRUM.

Antes de comenzar hablar de la experiencia los pongo en contexto.
¿Qué es SCRUM? Scrum(n): Es un marco de trabajo por el cual las personas pueden abordar problemas complejos, adaptativos, a la vez que entregar productos de máximo valor posible a nivel productivo y creativo. 
Imagen de la serie Silicon Valley

En su manifiesto establece:

Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software: Estamos descubriendo formas mejores de desarrollar software tanto por nuestra propia experiencia como ayudando a terceros. A través de este trabajo hemos aprendido a valorar:

Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas
Software funcionando sobre documentación extensiva
Colaboración con el cliente sobre negociación contractual
Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

Esto es, aunque valoramos los elementos de la derecha, valoramos más los de la izquierda.

Ciertamente este es una pequeña parte de lo que compone a SCRUM porque aunque es liviano y fácil de entender, su dominio no es del todo sencillo. Ahora entrando en más detalles sobre mi experiencia, muchas personas que tenemos tiempo en el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación y que venimos trabajando proyectos de forma tradicional con gestión de proyectos en cascada nos resulta desafiante la gestión de proyectos a través de metodologías ágiles, ciertamente porque creemos que es una tendencia (Moda) donde todos quieren aplicar un tipo de fórmula mágica para lograr proyectos exitosos.

Hoy frente a la preparación y el proceso que implica evangelizar, implantar y dominar SCRUM en una organización me doy cuenta de lo equivocado que estaba, no en definir que las metodologías ágiles o las metodologías tradicionales sean unas mejores que las otras, si no en entender el contexto de la gestión de proyectos en nuestros tiempos, en donde generar valor en el menor tiempo posible es una necesidad. Recuerdo la siguiente imagen en diferente programas de formación realizados en gestión de proyectos y esto me lleva a reflexionar sobre cómo a través de las metodologías ágiles podemos materializar en menor tiempo el requerimiento de un cliente y que es susceptible a la mejora continua. Logrando así lo que el cliente necesita.

Como conclusión me encuentro muy motivado y contento por tomar la decisión de certificar me en este marco de trabajo que sin duda sera el conjuntos de buenas practicas de muchos proyectos exitosos en el futuro.

No obstante, existen muchísimas compañías que desarrollan software de una forma ágil y exitosa. Google, por ejemplo, cuenta con 15.000 desarrolladores trabajando en una rama del código. Lanzan cambios varias veces al día y realizan 75 millones de tests automáticos diariamente.
Una empresa que ha sabido adaptarse perfectamente a las metodologías ágiles es Spotify, haciendo especial hincapié en la figura del Scrum Master. Muchas veces contratan un Agile Coach externo con una gran experiencia en el campo para liderar los proyectos. Vemos aquí la importancia de contar con roles especializados que conozcan las metodologías ágiles para llevar un proyecto de este tipo al éxito. Ya no solo el Scrum Master, sino también otros roles como el Product Owner, responsable de entender al cliente y al usuario para saber trasladar en tiempo y forma la información adecuada al equipo de desarrollo.